
Parte del equipo bibliotecario
Llega la Navidad, ese periodo del año que marca el final de un tiempo que se va, pero también un nuevo comienzo. Para algunos es un tiempo de fiestas, para otros es un ritual mágico en forma de solsticio de invierno, para algunos no representa nada anormal y para otros es este un tiempo de reafirmar sus profundas creencias y de celebrar el nacimiento de una nueva esperanza. Con ellas o sin ellas, en muchos lugares del mundo y desde el abanico multicolor de nuestra diversidad pero desde el VALOR de nuestra propia individualidad, recordamos entre el cariño y la nostalgia a los que ya no están con nosotros y cogemos carrerilla para coger fuertemente su testigo y seguir disfrutando de la vida, ese bien que nos une y nos iguala como personas. Quizás por ello, volver a estas tradiciones navideñas nos conecta con lo mejor que tenemos y con lo que no olvidamos. De alguna forma, la Biblioteca es algo así: un lugar lleno de tesoros recopilados del saber y del conocimiento del pasado, y que va conformando lo que somos con un poco de luz para alumbrar el camino que seguimos construyendo. Es bonito leer en Navidad y contar cuentos a los más pequeños. Un año más, y en recuerdo de nuestro amigo y compañero José Antonio Sánchez Suárez (Siqui), les hacemos llegar nuestro Jólabókaflód navideño, su último deseo, que ya forma parte de las tradiciones de la Biblioteca del Campus del Obelisco, y de todos los que le queremos y recordamos con agradecimiento y amor eterno. Hasta Dunia, nuestra niña de ojos preciosos, sonreirá desde el cielo, a pesar de lo «cabroncete» que fue con ella. Hoy leeremos un extracto de Gabriela Mistral de su obra «Páginas en prosa«: ¿Qué es una biblioteca?